En este segundo artículo vamos a hablar sobre las vacunas administradas en la infancia y su importancia, además de algunos ejemplos de las mismas en los primeros meses de vida.
Una vacuna se define como un medicamento biológico que aplicado a personas sanas provoca la generación de anticuerpos que actúan como defensa protegiéndolo ante futuros agentes infecciosos evitando la infección y la enfermedad. Las vacunas se administran en su mayoría mediante inyecciones y con menor frecuencia por vía oral. En ocasiones se necesitan varias dosis para conseguir que el efecto inmunógeno de las vacunas perdure en el tiempo y sea más eficaz.
Actualmente son utilizadas las vacunas combinadas, que reducen el número de inyecciones al administrarse en una misma inyección varias vacunas. Para lograr una buena respuesta del organismo y una mayor eficacia de la vacuna es necesario controlar el número de dosis y el periodo de tiempo transcurrido entre cada una de ellas. Para esto se usan unos esquemas de vacunación, denominados calendarios de vacunación infantiles, en los que aparece información acerca de las vacunas, las dosis y las edades de aplicación. El calendario de vacunas varía según el lugar de residencia, estado de salud, y el tipo y disponibilidad de las vacunas. Una web de interés para la consulta de los periodos de vacunaciones se encuentran en https://kidshealth.org/es/, que además es de gran fiabilidad, puesto que está creada por expertos.
Estas vacunaciones no terminan en la edad pedriática, puesto que siguen habiendo avances científicos y apariciones de nuevas enfermedades, como el SARS-CoV-19, conocido comúnmente como coronavirus.
Algunas de las primeras vacunas que se administran son:
1.- A las 24 horas del nacimiento se administra la 1º dosis de la vacuna contra la hepatitis B.
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